El presidente de Rusia, Vladímir Putin, condenó enérgicamente el ataque con drones perpetrado este sábado contra la ciudad de Kazán, calificándolo como un acto que traerá severas consecuencias para Ucrania.
Durante su declaración, Putin aseguró que cualquier intento por dañar infraestructura rusa resultará en una respuesta contundente, advirtiendo que “Ucrania se arrepentirá de lo que intenta hacer en nuestro país”. El ataque, que alcanzó varios edificios de viviendas, incluido el complejo ‘Lazurnie Berega’, el más alto de la ciudad, no dejó víctimas, pero generó una importante conmoción en la región.
El ataque contra Kazán, situada a 1,000 kilómetros de la frontera con Ucrania, es uno de los incidentes más significativos de los últimos meses dentro del territorio ruso.
Las autoridades locales confirmaron daños materiales y decidieron suspender todas las actividades masivas y cerrar temporalmente el aeropuerto de la ciudad para garantizar la seguridad de la población.
Este incidente subraya la intensificación de la guerra, llevándola cada vez más hacia el interior de Rusia, lo que incrementa las tensiones y la incertidumbre en el conflicto.
Por su parte, Rusia respondió con amenazas de represalias más severas contra Ucrania. Este ataque marca un giro estratégico en la escalada de las hostilidades, con ambas partes intensificando sus operaciones en medio de la prolongada guerra. La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, mientras las acciones continúan tensando la estabilidad de la región.