Rusia ha confirmado el desarrollo de armas avanzadas en secreto, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien aseguró que aún existen innovaciones militares por descubrir.
Estas declaraciones surgen tras el anuncio del presidente Vladímir Putin sobre las pruebas exitosas del misil balístico hipersónico Oréshnik, capaz de alcanzar velocidades de Mach 10 (casi tres kilómetros por segundo). Putin destacó que este misil es imposible de interceptar por los sistemas antimisiles actuales y confirmó que su producción en serie ya ha comenzado.
El misil Oréshnik fue utilizado recientemente contra una planta militar en Dnepropetrovsk, Ucrania, en respuesta a los ataques realizados por Kiev con misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense y Storm Shadow británicos en el interior del territorio ruso.
Estas acciones marcan una escalada en el conflicto, ya que Rusia considera que los ataques ucranianos se llevaron a cabo con el apoyo explícito de Occidente, lo que agrava las tensiones entre las partes involucradas.
El Kremlin asegura que estas innovaciones tecnológicas refuerzan la defensa de Rusia y su capacidad para responder ante amenazas externas.
Mientras tanto, el desarrollo y despliegue de armas hipersónicas como el Oréshnik subraya el avance de la industria militar rusa en medio de un entorno geopolítico cada vez más hostil.
La producción de estos misiles plantea preguntas sobre el equilibrio estratégico global y la carrera armamentística en el siglo XXI.