Ecuador se queda sin electricidad y Colombia no le vende: hoy hay suspensión de actividades

Las autoridades ecuatorianas anuncian nuevas medidas para encarar la crisis energética que se agudiza en el país. La jornada laboral y educativa fue suspendida para este jueves 31 de octubre con el fin de reducir la demanda de electricidad. Por otra parte, el Gobierno anunció la reducción de 14 a ocho horas los apagones durante los próximos cinco días de un largo feriado, en medio de una crisis que amenaza con prolongarse hasta diciembre.

Sin embargo, la notificación oficial señala que se garantizará el suministro de los servicios básicos y urgentes como los de salud, bomberos y terminales aéreas y terrestres, entre otros.

Los racionamientos han tenido un fuerte impacto sobre las familias ecuatorianas, que ven sus rutinas alteradas debido a los prolongados cortes, y también sobre pequeñas y medianas empresas, así como industrias de gran tamaño.

El sector productivo y especialistas han cuestionado a los últimos gobiernos, incluido el de Noboa, por no tomar acciones ante una situación que aseguran era evitable, ya que los periodos de escasez de lluvias se presentan cada año y había advertencias en informes internos del operador de electricidad.

La disminución del número de horas de cortes eléctricos se producirá gracias a las lluvias caídas en las últimas horas en la vertiente amazónica, lo que ha permitido mejorar los caudales de los ríos que alimentan a Coca Codo Sinclair, la central hidroeléctrica más grande del país, con hasta 1.500 megavatios de potencia, señalaron las autoridades.

Otro importante complejo de tres centrales —Mazar—, en el sur del país, aumentó su nivel de 2.111 metros (6.925 pies) a 2.114 (6.935 pies) sobre el nivel del mar. En Ecuador, el 72% del sistema de generación eléctrica depende del agua.

Actualmente, el país afronta un déficit de alrededor de 1.000 megavatios para atender su demanda nacional, en momentos en que las centrales hidroeléctricas se encuentran afectadas por la peor sequía de los últimos 60 años, especialmente en la zona austral, según lo ha calificado el Gobierno.

Los racionamientos de energía se iniciaron a finales del año pasado, en la recta final del gobierno del presidente Guillermo Lasso, y continuaron durante el inicio de la Administración de Noboa.

El jefe de Estado solicitó a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, la venta de energía para paliar la situación, pero la respuesta fue negativa. El Estado quedó a la espera de poder adquirir energía a empresas privadas de su vecino país.

Fuente: FP

Comparte esta noticia
Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?