El fiscal de Los Ángeles recomendó una nueva sentencia para Erik y Lyle Menéndez el 24 de octubre tras evaluar nuevas pruebas del caso. El pronunciamiento del fiscal George Cascón llega décadas después de la sentencia a cadena perpetua contra los hermanos, acusados y condenados por asesinar a sus padres en 1989 en medio de señalamientos de violaciones. ¿Por qué treinta años después?
Erik y Lyle Menéndez cumplen dos cadenas perpetuas, sin derecho a libertad condicional, por las que fueron sentenciados por haber asesinado a sus padres en 1989 en un caso que conmocionó a Estados Unidos y, especialmente, a la clase alta de Los Ángeles.
El fiscal George Cascón hizo la solicitud al juez a cargo del caso para eliminar las cadenas perpetuas y cambiarlas por una sentencia que les dé el derecho a libertad condicional, tras la revisión de nuevas pruebas en el caso. Cascón indica que en su propia oficina el personal está dividido: «Hay miembros de mi equipo que creen que los hermanos deberían pasar el resto de sus vidas en la cárcel, mientras otros se inclinan por su inmediata liberación”
El fiscal considera que ambos tienen derecho a casa por cárcel debido a que cuando cometieron el crimen eran menores de 26 años, según la legislación actual. Lyle Menéndez tenía entonces 21 y su hermano Erik 18.
El proceso ha generado nuevamente polémica entre los estadounidenses, en un caso cuyo primer juicio llegó a ser transmitido por televisión.
Este se remonta a 1989, cuando los hermanos mataron a sus padres disparándoles en su mansión de Beverly Hills, en Los Ángeles, California. El padre recibió un disparo en la nuca y la madre 15 disparos en total.
En el juicio, la fiscalía del momento aseguró que la motivación de los hermanos había sido la herencia familiar, mientras que los abogados de los ahora condenados dijeron que habían sido víctimas de abuso sexual por parte de su padre durante años, quien los habría amenazado con matarlos si revelaban los abusos y que su madre conocía lo ocurrido. Según la defensa ambos habrían actuado en defensa propia.
En un primer juicio, en 1993, el jurado no logró llegar a un veredicto. Luego, en 1996, en un segundo juicio no les fue permitido a los abogados de los acusados presentar muchas de las pruebas que aportaban para sostener la tesis de los abusos sexuales a sus clientes.
Ahora, en el caso, hay nuevas pruebas que se están aportando, como una carta que envió Erik Menéndez a uno de sus primos antes del crimen y sobre la cual la defensa indica que hacía referencia a los abusos. «He estado tratando de evitar a papá. Todavía está pasando, Andy, pero es peor para mí ahora. No puedo explicarlo. Tiene tanto sobrepeso que no soporto verlo…”, asegura el menor de los hermanos en un fragmento de la carta.
El primo que la recibió, Andy Cano, falleció en 2003, pero en los primeros juicios había testificado que Erik Menéndez le había contado de los abusos de su padre.
Por otro lado, recientemente el exintengrante del grupo de música pop Menudo Roy Roselló dijo en una declaración jurada que el padre de los hermanos, José Menéndez, lo violó en su casa cuando era un adolescente de 14 años. Menéndez era el ejecutivo de la discográfica RCA, con la que el grupo había firmado un contrato.
La reactivación del caso ha ido acompañada del estreno de la película ‘Los hermanos Menéndez’ en Netflix, estrenada el pasado 7 de octubre.
El caso también ha sido adelantado algunas semanas, luego de que el fiscal Gascón, que espera ser reelegido en noviembre, dijera que a finales del próximo mes solicitaría al juez una nueva sentencia. Gascon asegura que no hubo motivación política en su decisión y por contra fue “el interés del público” lo que influyó.
Si el juez decide cambiar la sentencia de los hermanos, ahora de 53 y 56 años, el caso debería ser posteriormente presentado ante una junta de libertad condicional que evaluaría la rehabilitación de ambos durante su tiempo en prisión y decidiría si finalmente podrían ser puestos en libertad. El tiempo que pueda durar en ser pronunciado el fallo es desconocido.
Fuente: FP