El Pentágono, a través de su secretario de prensa, Patrick Ryder, calificó los actuales ejercicios de disuasión nuclear de Rusia como una actividad rutinaria y aseguró que Estados Unidos no tiene planes de incrementar la preparación de sus tropas.
Los ejercicios rusos incluyeron un simulacro de ataque nuclear masivo, en el que participó el presidente Vladímir Putin desde el centro de coordinación del Kremlin.
Putin destacó que las nuevas amenazas externas exigen que Rusia mantenga fuerzas de disuasión nuclear modernas y siempre listas para actuar.
Además, señaló que las armas nucleares solo se emplearían como último recurso para la seguridad nacional y afirmó que Rusia no busca entrar en una nueva carrera armamentista.
La postura de ambos países refleja el enfoque cauteloso que mantienen en relación a la disuasión nuclear, subrayando su importancia en el contexto de tensiones globales, aunque sin cambios inmediatos en su despliegue o preparación militar.