Un dron impactó la casa de vacaciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Cesarea, al norte de Israel, en lo que las autoridades israelíes califican como un posible intento de asesinato.
Aunque Netanyahu no estaba en la residencia en el momento del ataque, el incidente ha desatado una alerta máxima en el sistema de seguridad israelí. El ejército informó que otros dos drones fueron interceptados, mientras más de 100 cohetes fueron disparados desde el Líbano, dejando al menos un muerto y 13 heridos en Israel.
El grupo Hezbolá, alineado con Irán, ha intensificado los ataques desde el Líbano, utilizando una “gran andanada de cohetes” como señuelo para permitir el avance del dron que alcanzó la casa de Netanyahu.
Las sirenas de ataque aéreo se activaron en ciudades del norte de Israel, como Haifa y Galilea, generando pánico en la población. La incursión subraya las crecientes tensiones en la frontera norte, donde los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá se han intensificado desde octubre del año pasado.
Este ataque ha generado preocupación en Israel debido a la capacidad de los drones para penetrar la defensa aérea del país, lo que ha sido considerado un fallo grave en el sistema de seguridad.
Las autoridades continúan evaluando la situación mientras la población de la zona norte permanece en alerta máxima por nuevos posibles ataques.