Un ataque aéreo israelí en la madrugada del lunes contra un campamento hospitalario en Gaza ha dejado al menos cuatro muertos y decenas de heridos. El bombardeo impactó el complejo del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa en Deir el-Balah, donde palestinos desplazados buscaban refugio. El ataque desató un voraz incendio en un campamento de tiendas de campaña que albergaba a numerosas familias, sumiendo la zona en caos y desesperación.
Rescatistas y médicos lucharon por contener las llamas y atender a los heridos, muchos de ellos con quemaduras graves. Según el cirujano Mohammad Tahir, las víctimas con entre el 60 y el 80 por ciento de sus cuerpos quemados tienen pocas posibilidades de sobrevivir.
Esta tragedia se suma a una serie de ataques en instalaciones médicas en Gaza, una táctica recurrente desde que comenzó la ofensiva israelí hace más de un año.
Este ataque es el séptimo que ha sufrido el recinto del Hospital Al-Aqsa en lo que va de año, y el tercero en dos semanas, según informó la Oficina de Medios de Gaza. Las autoridades locales han denunciado que Israel justifica estos ataques alegando que los campamentos y refugios están siendo utilizados por grupos armados, sin presentar pruebas concretas.