Inflación baja en EE.UU., pero los precios de alimentos y vivienda siguen presionando

La inflación en Estados Unidos siguió desacelerándose en septiembre, alcanzando su nivel más bajo en tres años y medio, con una tasa anual del 2,4%, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. 

A pesar de la desaceleración, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró un aumento mensual del 0,2%, impulsado principalmente por los precios de los alimentos y los costos relacionados con la vivienda. Esta tendencia refleja un regreso a niveles inflacionarios similares a los de 2017 y 2018, aunque los precios siguen siendo un tema de preocupación para los hogares estadounidenses.

El IPC básico, que excluye los volátiles precios de alimentos y energía, aumentó un 0,3% en septiembre, lo que llevó su tasa anual al 3,3%. Los aumentos en los costos de vivienda, seguros y vehículos fueron factores clave en este crecimiento. 

Si bien los economistas esperaban que el IPC básico se mantuviera estable, los datos muestran que ciertos sectores todavía enfrentan presiones inflacionarias que dificultan la completa normalización de los precios.

Aunque la inflación general parece estar bajo control, persisten desafíos en áreas clave como los precios de la vivienda y los alimentos, que siguen subiendo a un ritmo más rápido que otros sectores. 

Esto sugiere que, aunque la inflación ha vuelto a niveles más manejables, las familias estadounidenses aún enfrentan altos costos en necesidades básicas, lo que podría seguir limitando el poder adquisitivo.

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