Estados Unidos y el Reino Unido podrían estar considerando permitir a Ucrania utilizar misiles de largo alcance Storm Shadow para atacar objetivos dentro del territorio ruso, según reportes de medios británicos.
Aunque aún no se ha hecho un anuncio oficial, las fuentes diplomáticas indican que la autorización se mantendría en secreto hasta que se produzca el primer ataque, posiblemente como una medida sorpresa para evitar alertar a Rusia.
Ucrania ha insistido en la necesidad de utilizar estos misiles para destruir almacenes de municiones y búnkeres profundamente protegidos, los cuales no pueden ser penetrados fácilmente con drones.
A pesar de estas informaciones, un portavoz del gobierno británico afirmó que no ha habido cambios en la postura oficial del Reino Unido respecto al uso de armamento de largo alcance, reafirmando que todo el equipamiento proporcionado a Ucrania sigue destinado a fines defensivos bajo el derecho internacional.
Sin embargo, algunos exsecretarios de Defensa británicos han presionado al gobierno para que permita a Kiev llevar a cabo ataques en territorio ruso, incluso sin el respaldo de Washington, lo cual subraya la creciente tensión entre los aliados occidentales sobre la estrategia en Ucrania.
Rusia ha advertido que, si Ucrania recibe autorización para atacar con misiles de largo alcance en su territorio, lo consideraría una declaración de guerra directa por parte de los países de la OTAN.
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, han sido claros al señalar que Moscú tomaría “medidas adecuadas” si se desata un conflicto de tal magnitud, lo que elevaría significativamente las tensiones entre Rusia y Occidente.