«Yo sé de dónde el Señor me sacó»: la historia de Martha Candela y su peculiar música en Dominicana´s Got Talent

VIDEO Con el paso de los años, la forma de llevar el mensaje de Dios ha cambiado radicalmente. Hoy, comunicar la palabra divina implica hacerlo en el lenguaje y con los códigos que utiliza el público receptor.

Esta visión la defiende con convicción la pastora pentecostal Martha Candela, una de las figuras más populares de esta nueva generación de predicadores que fusionan fe, ritmo y autenticidad.

Esa manera de expresar su mensaje la llevó a participar en uno de los programas más vistos del país: Dominicana´s Got Talent.

Para ella, su presentación en la tercera temporada del concurso fue mucho más que una actuación. Fue una declaración de cómo el arte puede conectar con todo tipo de público y convertirse en vehículo para glorificar a Dios.

La cantante cristiana dominicana, conocida por su estilo vibrante y sus interpretaciones únicas de coros pentecostales, contagió al público y al jurado con su energía, autenticidad y testimonio.

«Me sentí bien porque aproveché la oportunidad de saltar el nombre del que me limpió, del que me ha dado este talento: el Señor, nuestro Señor Jesucristo», expresó tras su presentación.

Candela se ha convertido en un fenómeno viral en redes sociales por su manera apasionada de cantar y la manera en la que transmite el mensaje. Su música, afirma, tiene un propósito más profundo que el entretenimiento: «Cantar para Dios y llevar su palabra a través de cada ritmo».

Para Martha, la música cristiana vive un buen momento en la República Dominicana. «La veo que está fluyendo bien. Hay muchos adoradores que están rompiendo, verdaderamente», asegura con entusiasmo.

Su propuesta, más eléctrica y movida que la tradicional, ha despertado tanto admiración como críticas. Pero ella lo asume con serenidad. «No es que la música no sea espiritual, sino que lo que le da la espiritualidad es tu consagración a las cosas de Dios. La gente estaba muy acostumbrada a escuchar lo mismo, teníamos tiempo con el mismo ritmo. Entonces, de repente, salió este ritmo, un poco, como dicen, ´de mambo´. Pero así fue que salió, y, qué podemos hacer, la gente lo ha aceptado: unos no y otros sí», explica con naturalidad.

Depresión y consumo: «Yo sé de dónde Él me sacó»
Martha Candela no teme hablar de su pasado. Al contrario, su testimonio es una parte esencial de su mensaje. Su historia antes de llegar a Cristo estuvo marcada por el dolor, la confusión y el vacío espiritual.

«Era un caos, totalmente sin Dios. Por eso es que yo lo adoro con esa pasión, porque yo sé de dónde Él me sacó. Me sacó de la tiniebla profundamente. No me parezco en nada a lo que yo era antes», confiesa.

Relata que cayó en una depresión muy fuerte y que, buscando llenar un vacío existencial, «probaba de todo y nada me llenaba». Cuando dice «probaba de todo», se refiere a los intentos por calmar su sufrimiento a través de distracciones del mundo, incluso el consumo de sustancias, sin encontrar nunca la paz que anhelaba. «Sentí un vacío muy profundo», recuerda.

Esa sensación, dice, venía de heridas de la infancia. «Al nacer y crecer en un hogar disfuncional, donde mi mamá era la leona, la que buscaba el sustento sin poder, viví muchas carencias. Yo veía a todos los niños cambiados los domingos y yo repitiendo el mismo vestido todo el tiempo».

Con nostalgia, agrega: «Quizás por eso es que Dios me ha recompensado tanto en este tiempo. La gente dice: ´Ella gasta mucho en vestidos´, pero es por eso mismo. Uno viene de no tener nada. Como no encontré paternidad en la tierra, la encontré en Dios. Y Él nos bendice. Nosotros, para representarlo a Él, tratamos de darnos esos gustos de los que carecíamos».


«El camino era Cristo»
Su encuentro con Dios ocurrió cuando tocó fondo. «Ya yo había probado todo. No le veía sentido a nada. Pero una semilla germinó en mí, la palabra que le dijo Cristo a sus discípulos: ´Separados de mí nada podéis hacer´. Entonces entendí que el camino era Cristo. Me refugié en Él, y Él me limpió rápido mediante las oraciones, el ayuno… y me purificó», relata con emoción.

Fue en ese proceso de transformación cuando recibió su llamado. «Una madrugada Él me despertó y me dijo en el corazón que lo alabe. Y por eso es que yo alabo tanto», afirma entre sonrisas.

Desde siempre le ha apasionado la música, la pintura y todo lo relacionado con el arte. Sin embargo, aclara que su misión no es imponer ni limitar. «Yo no vine a servirle a Dios para ponerle obstáculos a la juventud ni a nadie. Hay gente que quiere obligarlos a que sean como ellos eran, pero hay que respetar. Cada generación tiene su música. Después Cristo los moldea, pero no podemos imponer», asegura.

Por eso, defiende el derecho de los jóvenes cristianos a expresarse con estilos diferentes. «En sus años de juventud también cantaban su música contemporánea. Ahora a los muchachos hay que respetarlos. Y después, cuando venga Cristo, Él los moldea. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo? Es un vino nuevo», reflexiona.

Críticas y fe inquebrantable
A pesar de las críticas, Martha no se deja afectar. «Es predicar, como dijeron en el concurso, es una forma de llegar a otros. No todo el mundo va a entender esto; ni a Jesús lo entendieron. Él siempre me habla y me dice: ´A mí me botaron de Gadara. A mí no me creyeron´. Entonces, si Él es nuestro ejemplo, y dijo: ´Si esto hacen con el árbol verde, ¿qué no harán con la rama seca?´, aunque la gente hable, yo le voy a dar para adelante a esto, porque tengo un encuentro personal con Dios y soy una mujer de mucha intimidad».

Para ella, lo importante es mantener la pureza del corazón. «Dios lo que quiere es que estemos limpios por dentro y por fuera. Eso lo manda a decir a la humanidad con ese coro que hice; por eso fue que me hicieron el lío. Pero ellos no entienden, y yo no puedo obligar a la gente a que entienda. Yo le voy a dar para adelante a lo que he creído», sostiene.

Su paso por Dominicana´s Got Talent
Martha Candela llegó a Dominicana´s Got Talent casi por sorpresa. «Llamaron a los muchachos, al director de la música de la banda, y él me dio esa sorpresa. Yo no sabía que iba a participar en esto, porque pensaba que era una presentación», recuerda entre risas.

Su actuación le valió el reconocimiento del público y los cuatro «sí» del jurado. Sin embargo, asegura que el premio no es lo que busca. «No tengo en mi corazón el premio, lo digo con transparencia, porque nada en la vida es más grande que servir a Dios».

«Dios me puso donde me ha puesto»
Con su alegría contagiosa, su testimonio de vida y su voz llena de unción, Martha Candela se ha consolidado como una de las artistas cristianas más auténticas y queridas del momento. «Yo no sabía que después de ser una vieja, Dios me iba a poner donde me ha puesto. Yo sé que no soy yo, es Él. La gloria es de Dios», afirma con humildad.

Su paso por Dominicana´s Got Talent no solo demostró su talento, sino también su propósito: usar la música como instrumento para honrar a Dios y tocar corazones.

Fuente: Diario Libre

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