Xavier Becerra, primer hispano en ocupar el cargo de secretario de Salud en Estados Unidos, se despide de su puesto con un mensaje claro: las políticas antimigratorias no solo afectan a los migrantes, sino también a toda la sociedad.
Durante sus cuatro años de gestión, Becerra enfrentó grandes retos como la pandemia de COVID-19 y logró avances significativos en la reducción de precios de medicamentos esenciales, como la insulina, y en el acceso al cuidado médico para millones de estadounidenses.
Sin embargo, también señala que estas políticas excluyentes pueden repercutir negativamente en la salud pública, ya que las enfermedades no distinguen fronteras ni condiciones sociales.
A pesar de estos logros, Becerra reconoce que la confianza pública en las instituciones sanitarias sigue siendo un desafío, especialmente frente al aumento de desinformación en redes sociales.
Aunque no ha querido pronunciarse directamente sobre su posible sucesor, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus teorías de conspiración, insistió en la importancia de priorizar la ciencia para salvar vidas.
Además, instó a continuar luchando por una sociedad inclusiva, donde todos tengan acceso a un sistema de salud que beneficie por igual a todos los sectores de la población.
Con su salida, Becerra hace un llamado a la esperanza y a la vigilancia, recordando que el progreso solo será posible si se mantiene la lucha contra las desigualdades. “Tengo fe en que este país seguirá abriendo puertas, pero debemos estar atentos, porque aún hay quienes buscan cerrarlas por razones de origen, idioma o cultura”, afirmó.
En un momento en el que las políticas migratorias vuelven al centro del debate, su mensaje resalta la importancia de la equidad como base para el desarrollo social y sanitario.