Las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo un ataque con drones sobre la región rusa de Sarátov, impactando un depósito de petróleo en la ciudad de Engels.
Según el Ejército ucraniano, la factoría Kombinat Crystal, objetivo del bombardeo, es una fuente clave de combustible para un aeródromo militar cercano. Las explosiones registradas en el lugar provocaron un incendio a gran escala, aunque las autoridades locales aún no han confirmado la magnitud de los daños materiales ocasionados por el ataque.
El gobernador de Sarátov, Roman Busargi, confirmó la activación de los sistemas de defensa antiaérea, que lograron derribar un dron en Engels. Sin embargo, los restos del aparato cayeron sobre una instalación industrial, causando alarma en la zona.
Busargi aseguró que no se registraron heridos entre los trabajadores de las instalaciones afectadas y añadió que un cuartel especial de operaciones fue desplegado para coordinar las labores de emergencia y evaluar los daños.
Este ataque se enmarca en la intensificación de las operaciones militares ucranianas en territorio ruso, como parte del conflicto que continúa escalando. Kiev justifica estas acciones como represalias estratégicas contra infraestructuras clave utilizadas por las fuerzas rusas.
Por su parte, Moscú ha señalado que estos ataques ponen en riesgo la estabilidad regional y ha advertido que tomará medidas adicionales para fortalecer la seguridad en áreas fronterizas y estratégicas.