Muchos usuarios de las líneas aéreas utilizan sus celulares para captar imágenes desde el aire y difundirlas en sus redes sociales. Algunos de ellos protagonizaron un durísimo cruce de la cordillera de los Andes entre Santiago de Chile y Buenos Aires, Argentina. Sus videos se hicieron virales.
Las turbulencias se producen por diferencias de temperatura en las capas de aire que sustentan las alas de un avión. Hace muchos años, en un curso que tomé en Poder Volar, para perder el temor a la vida aérea, lo más importante que rescaté fue que las turbulencias son incómodas y desagradables, pero de ninguna manera, peligrosas. Trato de recordarlo todas las veces que me topo con alguna.
Algunos factores complican aún más a los pasajeros que se encuentran con este movimiento tan fuerte: los gritos de los pasajeros y las imágenes flexibles de las alas deben ser las peores. Los primeros son imposibles de silenciar; las segundas, son un enorme avance de la tecnología, ya que, si fueran rígidas, se quebrarían ante la presión que ejerce el aire sobre ellas para dar sustentación a un aparato más pesado que el aire.
Gracias a esta tecnología desarrollada durante más de cien años, ningún avión se cae por causa de una turbulencia y es el medio de transporte más seguro del mundo.
Por Néstor Saavedra