Baltasar Ebang Engonga, director de la Agencia Nacional de Investigación Financiera de Guinea Ecuatorial, está en el centro de un escándalo luego de la filtración de cientos de videos íntimos que lo implican en relaciones con diversas mujeres, algunas de alto perfil en el país.
Las grabaciones, realizadas incluso en su despacho, surgieron durante una investigación por presunto fraude y han suscitado una crisis en el gobierno ecuatoguineano. La Fiscalía ha solicitado pruebas médicas para Ebang Engonga, dadas las preocupaciones de salud pública ante el posible riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
El vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue reaccionó rápidamente, suspendiendo a funcionarios que hayan tenido relaciones íntimas en oficinas ministeriales y anunciando una política de “cero tolerancia” hacia cualquier acto que socave la ética pública.
Además, declaró que el Gobierno instalará cámaras de vigilancia en todas las oficinas estatales, con el fin de monitorear y prevenir comportamientos indebidos y garantizar el cumplimiento de la ley en todos los espacios oficiales.
Este caso ha generado intensas repercusiones, ya que afecta a varias figuras políticas y familiares de alto nivel en el país, y plantea serias preguntas sobre el respeto a la ética y la conducta en la función pública. Las autoridades han advertido que se tomarán medidas estrictas para erradicar estos comportamientos y restaurar la integridad del servicio público.