Más de 100 soldados israelíes, incluidos reservistas y reclutas, han firmado una carta anunciando que se retirarán del servicio militar si el gobierno no toma medidas inmediatas para detener la guerra en Gaza y garantizar la liberación de los cautivos.
La carta, dirigida a los ministros del gabinete israelí y al jefe del estado mayor, expresa su preocupación por el impacto de las operaciones militares en los rehenes, afirmando que muchos de ellos han muerto como resultado de los ataques del propio ejército.
Los soldados aseguran que la continuación del conflicto solo está retrasando el regreso de los rehenes y poniendo en peligro sus vidas. En su declaración, los firmantes piden al gobierno que priorice un acuerdo de liberación en lugar de seguir adelante con los combates, argumentando que las operaciones militares han causado más bajas entre los rehenes que rescates efectivos.
Aseguran que si no se toman medidas inmediatas para detener la guerra, muchos de ellos se verán obligados a renunciar a su servicio.
Este acto de desobediencia ha generado un intenso debate dentro de Israel, donde la sociedad enfrenta crecientes divisiones sobre la estrategia militar en Gaza.
Los soldados firmantes afirman que ya se ha cruzado una “línea roja” y que continuarán presionando para que se alcancen acuerdos que permitan la liberación de los cautivos, advirtiendo que el número de aquellos dispuestos a retirarse del ejército podría aumentar si no se da una respuesta adecuada a su demanda.