Un tsunami de medio metro de altura alcanzó las islas Izu, al sur de Tokio, tras un terremoto de magnitud 5,9 ocurrido cerca de la isla de Torishima.
A pesar de la alerta emitida por la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), no se han reportado daños significativos en las islas afectadas, como Hachijo y Miyake, aunque se advierte que el nivel del mar podría seguir subiendo.
El sismo se produjo a una profundidad de 10 kilómetros bajo el mar, lo que activó alertas de tsunami de hasta un metro en las islas Izu y Ogasawara.
Las autoridades han pedido a la población que se mantenga alejada de las costas, mientras continúan monitoreando el posible aumento en el nivel del mar en otras zonas de Japón, como Chiba y Okinawa.
Japón, ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, es propenso a sismos frecuentes. Sin embargo, sus infraestructuras están diseñadas para resistir estos fenómenos, y el país cuenta con sistemas avanzados de alerta para prevenir mayores daños.