Una fuerte granizada sorprendió el viernes a los habitantes de varios sectores de la ciudad argentina de Rosario, provocando daños materiales en algunos vehículos y estructuras.
El fenómeno se presentó en medio de las fuertes lluvias y las poderosas ráfagas de viento que azotaron esta ciudad argentina y sus alrededores.
Del cielo cayeron bolas de hielo de varios centímetros de diámetros, que llegaban a ocupar gran parte de la palma de la mano, según testimonios de algunos residentes.
A raíz de las condiciones climáticas el Servicio Meteorológico Nacional decretó alerta amarilla en Rosario y la región, que incluye al departamento homónimo, hasta la madrugada de este sábado.