La República Dominicana recuerda este 4 de julio con tristeza y dolor la trágica muerte del presidente Silvestre Antonio Guzmán Fernández, quien se suicidó por aparentes problemas de depresión en 1982, deceso que conmocionó al país.
Lo curioso es que se pegó un tiro en el baño del Palacio Nacional cerca de la medianoche con un revólver calibre 38, según la documentación oficial sobre el suceso. Y, más raro aún: tenía 71 años y le faltaba un mes y 12 días para entregar el poder a su compañero del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Salvador Jorge Blanco.
Antonio Guzmán llegó a la Presidencia de la República usando como plataforma política al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en un período que se conoce en la historia dominicana como una transición democrática.
Su gobierno se centró en un proceso de democratización institucional, reforma económica y desarrollo social, promoviendo la educación, salud e infraestructura.
Antonio Guzmán nació el 12 de febrero de 1911 en La Vega. Previo a alcanzar la Presidencia en 1978, ocupó importantes cargos en el tren gubernamental, incluyendo ministro de Agricultura en el Gobierno del profesor Juan Bosch en 1963.
Guzmán Fernández dejó un legado importante en la política y la sociedad dominicana. Hoy es recordado por su compromiso con la democracia y el desarrollo social del país.