Se conocieron más detalles del plan secreto de la SIDE para controlar a quienes pongan en peligro la «gobernabilidad»

Se filtró más información sobre el plan secreto de la SIDE de Javier Milei: además de vigilar a los “actores estratégicos” que quieren “erosionar” la confianza en la economía, también se encargarán de controlar a los ciberoperadores que puedan atacar la democracia, los grupos mapuches que quieran separarse de Argentina y a las agrupaciones anarquistas.

Según Clarín, en un documento de 170 páginas que fue entregado en octubre del 2024 a la comisión bicameral de Inteligencia del Congreso, Sergio Neiffert (foto), titular de la SIDE, estableció “diez lineamientos estratégicos” para el Gobierno de La Libertad Avanza que tienen como fin juntar y estudiar información sobre temas como el conflicto por las Islas Malvinas, la depredación pesquera que sufre el Atlántico Sur, la Antártida, el terrorismo internacional, la contrainteligencia, el conflicto que sacude Medio Oriente, el crimen organizado y la seguridad cibernética.

La comisión bicameral de inteligencia, presidida por el senador radical Martín Lousteau, convocó, sin fecha, al referente de la SIDE para que detalle los objetivos de este plan. El vicepresidente de la comisión es el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau y otro de sus integrantes es el exdirector de Contrainteligencia de la SIDE, Rodolfo Tailhade.

Según la ley de Inteligencia 25.520, «los miembros de la bicameral pueden hacer observaciones y pedir cambios, pero no tienen la facultad de aceptarlo o rechazarlo”, explicó Miguel Ángel Toma, jefe de la SIDE durante el gobierno de Eduardo Duhalde. El plan fue entregado en octubre y no en marzo, como estaba establecido, porque fue desplazado el primer jefe de la SIDE de Milei, Silvestre Sívori.

La oposición mostró su preocupación porque el organismo de inteligencia tiene, entre sus objetivos, a los “actores estratégicos” que intenten afectar la credibilidad del sistema financiero, de las compañías radicadas en Argentina o que traten de crear desconfianza sobre las decisiones económicas del Gobierno a través de noticias falsas. El documento no habla de economistas, opositores o periodistas, pero un exagente de la SIDE reconoció que fue “un grave error político hablar de actores estratégicos, en ese capítulo, porque abre una amplia gama de posibilidades”.

La SIDE no puede hacer inteligencia sobre la política interna, aunque desde la recuperación de la democracia en 1983, gran parte de los gobiernos tuvieron denuncias por ese tema. Sin embargo, existe una gran diferencia entre marcar un “actor estratégico” y dar una Orden de Observación (OB), que implica seguir personas o interferir, sin una orden judicial, sus comunicaciones privadas.

Otro de los lineamientos del plan indica como objetivos a actores locales o globales que detengan el desarrollo económico, perjudiquen las cadenas de abastecimiento o realicen maniobras ilegales para fomentar la cartelización. Esto forma parte de un objetivo que ya había sido marcado por la expresidenta Cristina Kirchner en 2015, cuando le ordenó a la SIDE que investigue “golpes de mercado” antes de las elecciones presidenciales que se realizarían ese año.

A las fuentes también les sorprendió el objetivo de identificar actores que creen “relatos» usando inteligencia artificial (IA) u otros recursos que hagan tambalear las instituciones de la democracia o afecten el resultado de los comicios. Incluso señalan a terceros del exterior que promueven la “desinformación”, haciendo referencias, quizás, a los trolls usados por el gobierno ruso que habrían tenido una fuerte influenciaron en la primera victoria electoral del republicano Donald Trump en Estados Unidos.

Otras de las frases que generaron mucha preocupación es la que hace referencia a identificar a las personas que quieran “alterar”, a través de información falsa, las decisiones del Gobierno. El plan de la SIDE también busca estudiar tendencias mundiales que signifiquen “amenazas o riesgos” para la democracia y el orden constitucional argentinos.

En otro capítulo se habla de informarse sobre acciones que promuevan «la discriminación y el odio contra minorías”, identificando a “xenófobos o ultranacionalistas”. También se esperan más detalles sobre el objetivo de la SIDE de colocar a los “anarquistas” bajo vigilancia: según las fuentes consultadas por Clarín, habría preocupación por las tendencias locales e internacionales de “radicalización política”.

En el plan también habría puntos referidos a obtener información sobre “acciones separatistas” contra el Estado nacional que estarían haciendo referencia a los grupos mapuches radicalizados como la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), cuya figura más conocida es Facundo Jones Huala, condenado en Chile por incendiar casas.

El documento también pediría que la SIDE ayude con la seguridad física de los funcionarios más importantes del Gobierno, la Justicia y el Congreso; e indica la intención de identificar a quienes intenten crear conflictos ficticios con otros estados. Otro objetivo es prevenir ataques contra la “infraestructura estratégica”, por ejemplo, las centrales nucleares de Atucha I y II y Río Tercero.

Los capítulos más extensos están relacionados a los ciberataques y se refieren a operaciones de espionaje, robo de datos, desinformación y robo de identidad. Finalmente, tratarían de identificar a “ciberoperadores” que respondan a otros países; a personas que usen inteligencia artificial o big data para poner en peligro la democracia; y a los impulsores de “narrativas” que desde la deep web ataquen las instituciones.

La respuesta del Gobierno y los comentarios de los expertos
«La Oficina del Presidente desmiente las versiones periodísticas publicadas en medios sobre los supuestos objetivos del Plan de Inteligencia Nacional”, dice el comunicado publicado el pasado domingo 25 de mayo por la Oficina del Presidente. Y luego agrega: “El Plan de Inteligencia Nacional es un documento secreto que establece los lineamientos del Sistema de Inteligencia para promover los intereses estratégicos de la Argentina. Al mismo solo tienen acceso el presidente, la Secretaría de Inteligencia y la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia del Congreso de la Nación”.

En la rueda informativa del programa “Desde el canil”, emitido por Bravo TV analizaron este tema y hablaron del repudio que el plan de inteligencia nacional generó en organizaciones como el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) y Amnistía Internacional, quienes alertaron sobre el peligro de un retroceso en la libertad de expresión y el uso del aparato estatal para domesticar a la prensa independiente.

El periodista Julian D’Imperio contó que el diputado Pablo Juliano, del bloque Democracia para Siempre, solicitó este martes 27 de mayo que el titular de la SIDE sea llamado al Congreso para que explique los alcances del Plan de Inteligencia Nacional.

FOPEA, por su parte, emitió un mensaje en su cuenta de X (ex Twitter), donde pidió “respetar el libre ejercicio de la prensa sin intimidaciones”, y ADEPA repudió la campaña de hostigamiento y estigmatización contra los periodistas en redes sociales.

Fuente: Perfil

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