Reducción de aranceles de importación: ¿oportunidad o desafío para la industria argentina?

Yanina Lojo, especialista en comercio exterior, analiza la quita progresiva de aranceles anunciada por el gobierno y su impacto en los precios, la competitividad y la industria nacional

En un mundo globalizado que exige competir o sucumbir, Argentina enfrenta el desafío de abrir su economía sin descuidar la industria nacional.

Yanina Lojo, especialista en comercio exterior, en diálogo con Cadena 3 se expresó sobre la reciente medida del gobierno de reducir progresivamente los aranceles a las importaciones, que pasarán de un 16 % a un 8 % de forma inmediata y llegarán a cero en enero de 2026.

Esta iniciativa promete bajar los precios de productos importados, pero genera debate sobre su impacto en la producción local, especialmente en regiones como Tierra del Fuego.

“El gobierno estima que los precios podrían bajar hasta un 30 %, aunque algunos revendedores premium hablan de un 19 % al final del proceso”, explicó Lojo.

Sin embargo, destacó que los productos en Argentina suelen costar hasta el cuádruple que en países vecinos debido a la alta carga tributaria, los costos logísticos y la infraestructura deficiente.

“Llevar un producto del punto de producción al puerto puede ser más caro que el flete internacional”, señaló, subrayando la desventaja competitiva del país.

La apertura de importaciones, según Lojo, no es negativa en sí misma, ya que la industria nacional depende de insumos y bienes de capital importados.

“El problema es el alto costo argentino. Hay que bajar la presión fiscal y los costos productivos para que la industria pueda competir”, afirmó Lojo.

En este sentido, valoró la reducción de aranceles como positiva, ya que no solo beneficia a los consumidores, sino también a los productores que necesitan insumos importados.

Además, amplía el acceso a productos que antes solo estaban al alcance de quienes viajaban al exterior.

El anuncio generó críticas desde Tierra del Fuego, donde el gobernador Gustavo Melella advirtió que la medida podría “matar” la industria local, centrada en el ensamblaje de electrodomésticos.

Lojo expresó que la quita de aranceles se acompaña de beneficios para la producción nacional, como la eliminación de impuestos internos para productos fabricados en el país, mientras que los importados pagarán un 9,5 %. También destacó que se facilitará la compra directa de productos fueguinos desde el continente, equiparando beneficios para los consumidores.

Sobre las quejas de Tierra del Fuego, Lojo aclaró que muchos productos ensamblados allí tienen un alto componente importado. “A veces, con la mano de obra local se cumple el porcentaje necesario para considerar un producto como nacional, pero en electrodomésticos predomina el ensamblaje”, indicó.

Frente a los temores de pérdida de empleo, enfatizó que la apertura no necesariamente destruye puestos de trabajo. “No hay que repetir errores del pasado. La idea es generar más actividad y empleo, no al revés”, aseguró.

La especialista también abordó la presión gremial y la necesidad de reformas estructurales. “Hay que revisar mucho: primero la reforma tributaria, luego la laboral y la previsional. Bajar los costos logísticos e impositivos es clave para que la industria nacional suba los 20 escalones que la separan de la competencia global”, concluyó.

Fuente: Viva la Radio para Cadena 3

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