Récord de violencia en el fútbol argentino: un partido fue suspendido antes del minuto de juego

La violencia vuelve a triunfar sobre la buena gente que quiere jugar o ver un partido de fútbol. Esta vez, en un hecho inusitado por lo rápido: algunos fanáticos de Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, una pequeña ciudad ubicada a 330 kilómetros de Buenos Aires, decidieron arruinar a su equipo arrojando una bomba de estruendo a metros del arquero visitante cuando ¡apenas se jugaban unos segundos!

En el estadio Manuel y Ramón Núñez, donde se enfrentaban Gimnasia y Esgrima y Douglas Haig de la ciudad de Pergamino, por la segunda fecha de la Reválida del Torneo Federal A, antes de llegar al minuto de juego, una bomba de estruendo cayó cerca del arco defendido por Daniel Moyano, que quedó tendido en el piso. El encuentro inmediatamente se detuvo y, pese a que el guardameta fue atendido por los médicos, no pudo continuar. Después de varios minutos, el árbitro César Ceballos tomó la decisión de suspender el partido

En los próximos días se conocerá el fallo del Tribunal de Penas, que podría incluir la pérdida del partido para Gimnasia, quita de puntos y hasta una posible sanción del estadio. Sin embargo, esto no es para nada significativo al lado de la vida de una persona, el golero que, solo por una cuestión de puntería, no está internado o con algún tipo de discapacidad.

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