El director de Aduanas de República Dominicana, Yayo Sanz Lovatón, habla frecuentemente del proyecto o visión del presidente Luis Abinader «de convertir a República Dominicana en un hub logístico regional«. Pero, quizá, usted, señora, o usted, señor, no conoce qué es un «hub logístico» y le suena más a un programa de Internet o una materia de matemáticas para jóvenes universitarios.
Un hub logístico es un centro de distribución o punto estratégico dentro de una red donde se reciben, clasifican, almacenan, consolidan y redistribuyen mercancías hacia su destino final.
En palabras simples: es como un gran centro de conexión (parecido a un aeropuerto para paquetes o productos), donde se organizan los envíos para que lleguen más rápido y de forma eficiente a distintos destinos.
Funciones principales de un hub logístico
- Recepción de mercadería: llega desde proveedores, fábricas o centros regionales.
- Clasificación o consolidación: se agrupan productos por destino, tipo o urgencia.
- Almacenamiento: Algunos hubs operan como cross-docking (sin almacenar) y otros almacenan temporalmente.
- Despacho: preparación y carga de los pedidos para su distribución final.
- Redistribución: se reorganizan las cargas para rutas más cortas, rápidas o rentables.

¿Y eso en qué te beneficia como ciudadano dominicano?
Un hub logístico abre fuentes de trabajo para muchísimos dominicanos, porque necesita personal en diferentes y muy variadas áreas, desde aquellas puramente manuales o de fuerza hasta las que exigen un gran nivel de conocimientos en sistemas de computación o gerenciación, por ejemplo.
Además, un gran hub logístico también favorece la llegada de mercaderías a y desde distintos puntos, donde todos los dominicanos compramos en nuestra vida cotidiana. Un hub implica, entonces, mayor seguridad de tener mercancías a disposición, precios más competitivos y amplios márgenes de calidad.
Por otra parte, el mayor ingreso a las arcas del Estado implica más dinero para destinar a beneficios de los ciudadanos. Grandes empresas de países poderosos buscan hoy diversificar o consolidar operaciones en centros de distribución que se encuentran más cerca y proceden con mayor velocidad y eficiencia para llegar a los consumidores finales. ¿Qué mejor que inviertan en República Dominicana, que traigan su dinero a la isla?
Por Néstor Saavedra