El 21 de junio empieza el verano en República Dominicana. Sucede que la Tierra gira en sí misma, inclinada, mientras rota alrededor del sol. El solsticio de verano ocurre en la mitad superior de la Tierra, cuando el hemisferio norte está más recostado hacia el sol. Esto también marca el día más largo y la noche más corta del año, es decir, una mayor exposición a los rayos que dan la luz diurna. Casi al mismo tiempo, el hemisferio sur se encuentra en su punto más extremo alejado del sol, entrando en el solsticio de invierno y en el día más corto del año, lo que genera una fiesta muy especial en Ushuaia, la ciudad más austral del continente, en la República Argentina.
Seis meses después, las mitades cambiarán: el hemisferio norte experimentará un solsticio de invierno y el hemisferio sur tendrá un solsticio de verano.
Entre medio tienen lugar los equinoccios, es decir, el comienzo de la primavera y el otoño. Son los momentos en que el eje y la órbita de la Tierra se alinean de manera que ambos hemisferios reciben la misma cantidad de luz solar. Por eso lo de “equi”, igualdad, como la palabra “equivalencia”.
El solsticio actual trae la primera luna llena del verano, denominada luna de fresa. La luna no será rosa ni roja, pero se llama así porque varias tribus indígenas notaron que aparecía con la cosecha de fresas.