Con una capacidad de adaptación que le permite mantenerse competitivo en el contexto regional, el puerto de Buenos Aires, entendido como el arco portuario que se extiende desde Zárate a La Plata, se consolida como el principal nodo logístico de la Argentina.
Los números del primer cuatrimestre del 2025 lo confirman de manera contundente: el volumen de contenedores movilizados alcanzó los 377.960 TEUs (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies), un salto del 57% respecto a los 240.139 TEUs del mismo período en 2024.
Este notable incremento no es casualidad, sino el resultado de una estrategia clara que convierte al puerto en el epicentro del tráfico internacional de cargas en la región. A este crecimiento se suma el aumento de servicios: de 13 recaladas semanales en el primer trimestre de 2024 a 16 en 2025. Más barcos, más movimiento, más servicios al comercio exterior.
Un comentario resonó con fuerza durante la reciente Intermodal South América, el evento más relevante del ámbito logístico de Sudamérica: las tarifas portuarias que pagan los buques que recalan en el puerto de Buenos Aires son las más bajas de la región. Por eso las líneas marítimas pueden ofrecer fletes en un ambiente altamente competitivo, lo que explica en parte el boom de importaciones.
Para los operadores marítimos, en un entorno donde cada centavo cuenta, esta frase no suena exagerada. No en vano la carga fluvial de Paraguay, que históricamente salía por Montevideo, ahora elige Buenos Aires por su eficiencia y menores costos.
Las operaciones en Buenos Aires ofrecen conectividad directa con Asia, Europa, USA y otros mercados estratégicos con frecuencia y rapidez. Además, están garantizadas por las inversiones en equipamientos realizadas en los últimos años.
El concepto de eficiencia en Puerto Buenos Aires se manifiesta entonces en tiempos de espera más cortos, pluralidad de servicios con valor agregado, frecuencias más consistentes y una estructura que, pese a sus limitaciones, sigue respondiendo a la demanda creciente.
Las terminales del AMBA en altísima competencia, son piezas clave para mantener el flujo constante de contenedores. En un escenario donde otros puertos del Cono Sur no logran consolidarse, Buenos Aires lo está haciendo bajo una combinación de oferta de servicios diversificada y capacidad de adaptación ante el cambiante contexto comercial.
Nada de esto es casualidad. La eficiencia no solo se construye con menores costos, sino con la capacidad de garantizar que la carga llegue a destino en tiempo y forma. La estrategia logística del puerto, reforzada por inversiones en tecnologías y una política comercial más agresiva, está rindiendo frutos visibles.
Buenos Aires dejó de ser solo el puerto de Argentina para transformarse en la puerta de salida preferida para un volumen creciente de cargas de la Cuenca del Río Paraná.
El contexto regional está marcado por la búsqueda de hubs que combinen eficiencia y bajos costos y en ese escenario, Buenos Aires compite y se impone como un referente portuario en la Costa Este de Sudamérica.
Fuente: Agustín Barletti para El Cronista