En El Exprimidor (te animamos a verlo de lunes a viernes de 5 a 7 PM por nuestro canal de Youtube), Elio Valdez repasó algunos números del censo de población 2022 que fueron dados a conocer recientemente.
El 6 % de los hogares, dice, reciben agua por camiones tanque, el 9,3 % por pozo tubular y el 7,9 % por llave pública. La conclusión es que ¡casi un cuarto de las viviendas del país tienen inconvenientes en conseguir el vital elemento!
Agreguemos que solo el 62,7 % de los hogares urbanos cuenta con acceso a agua corriente dentro de sus viviendas, pero en las áreas rurales, la cifra cae a un dramático 44 %. Además, el 2,8 % de los hogares no tienen sanitarios y un 10,2 % aún usa letrinas.
Esto implica una gran cantidad de consecuencias negativas: el agua es fundamental para el aseo personal, pero también para reponer todo lo que el cuerpo pierde en transpiración y orina. La falta de este líquido provoca deshidratación, lo cual se advierte a través de síntomas de gran dolor y malestar, como mareos y diarreas, y lleva a graves deterioros de la salud.
Es fundamental, máxime en esta época de fuertes calores, hidratarse constantemente. Los médicos recomiendan para los mayores de 50 años beber no menos de dos litros de agua por día. La cantidad aumenta, si la persona está expuesta al sol, como los obreros de la construcción, o practica algún deporte.
Al respecto también solicitamos que quienes tengan provisión de agua, no la derrochen: cierren grifos, sellen pérdidas y aprovechen, racionalmente, a gozar de un privilegio que, aunque parezca extraño, no es de todos. El agua que tú malgastas seguramente otro la necesitará para vivir.
También el agua es fundamental para la limpieza del cuerpo, la vivienda y las áreas comunes como las aceras. La acumulación de basura, a la larga, acarrea problemas en el físico, pero también una desagradable contaminación visual y olfativa, que altera la salud de todos.
La Constitución Nacional de 2010 deja en claro que el Estado dominicano se funda “en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales”, entre los cuales, el agua es básica. En el artículo 61 señala: “El Estado debe velar por la protección de la salud de todas las personas, el
acceso al agua potable, el mejoramiento de la alimentación, de los servicios sanitarios, las condiciones higiénicas, el saneamiento ambiental…”
Elio Valdez apela, entonces, al ingeniero Fellito Suberví, Director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD). Aprovechamos a hacer extensiva sus palabras a todos los que tengan autoridad para tomar decisiones sobre la provisión de agua en todo el país, no importa que beneficien a ricos o a pobres, a ciudadanos o campesinos, a cosechas o fábricas: como el aire, es fundamental para un país.