Por Néstor Saavedra
Si un hombre ha cambiado la historia de la humanidad es, sin dudas, Jesucristo. Sea que uno crea o no en él como su Señor y Salvador, su presencia desde hace dos mil años marcó un antes y un después en el género humano, a tal punto que, incluso, el calendario que utilizan miles de millones de habitantes del planeta Tierra se cuenta a partir del aproximado nacimiento de la primera Navidad, en Belén.
Como el máximo influencer, por usar un término que hoy se entiende muy bien, Jesús utilizó algunas estrategias muy llamativas:
Jamás escribió una sola palabra que se haya perpetuado hasta nuestros días. Es más, cuando el apóstol Juan relata aquel encuentro entre Cristo, la mujer que había cometido pecado sexual y los religiosos, detalla que Jesús escribía en el piso mientras la acusaban, pero ¡nunca se dice qué estaba escribiendo!
Sin embargo, nuestro influencer del año eligió los mejores community managers que se conozcan. Cuatro personas muy diferentes entre sí narraron su vida y obra en los llamados «Evangelios», palabra típica de la comunicación, pues «eu» quiere decir «bueno» y «angelos» (de donde viene «ángel») es «noticia» en griego. De los escritores de las «Buenas Noticias» solo dos se ocuparon del nacimiento del líder que hoy, a más del dos mil años, gran parte del mundo celebra: Mateo, un cobrador de impuestos, y el médico, Lucas.
Entre ambos hay detalles en común y exclusivos de cada uno, pero a ninguno le faltó música en sus «posteos»: Mateo compartió la canción referente a María, los versos que entonaron los sabios de Oriente (conocidos, luego, como «reyes magos», pero que no eran ni reyes ni magos) y esa triste estrofa sobre los inocentes muertos por Herodes; Lucas, en cambio, subió la canción de María, el himno de Zacarías, el papá de Juan el Bautista, primo de Jesús, y aquel más recordado coro angelical: «¡Gloria a Dios en las alturas. Paz en la Tierra entre los hombres que gozan de su favor!»
Cuando esta y otras historias de la vida, muerte y resurrección de Jesús empezaron a difundirse oralmente, también crecieron los «likes». Cuando, quizá unos 50 años después de la subida de Jesús al cielo, se pusieron por escrito, explotaron los «Me gusta». Así, estos fans se convirtieron en los primeros fieles, formaron las primeras iglesias y, gracias a esta estrategia espiritual, en sus distintas versiones el cristianismo ha llegado hasta hoy, venciendo crueles enemigos, en la historia y el presente, e instalándose poderosamente en algunas naciones, donde no solo ha dejado iglesias sino también escuelas, hospitales y otros beneficios para la humanidad.