¿Por qué se vendió a dos millones de euros un reloj de bolsillo?

Han pasado más de 100 años desde que el pasajero de primera clase Isidor Straus se negara a abandonar —antes que otros hombres— el Titanic. Su esposa no quiso separarse de él. Ambos se ahogaron la madrugada de el 15 de abril de 1912 mientras el transatlántico se hundía. Del cuerpo de Straus fueron recuperados varios objetos personales que fueron devueltos a la familia, entre ellos un reloj de bolsillo con la hora detenida a las 2.20. Este objeto de oro en particular se ha vendido por la cifra récord de 1,78 millones de libras (dos millones de euros) en una subasta en el sur de Inglaterra.

Las historias reales del Titanic
Lo pagado por ese reloj de oro de 18 quilates fue la cantidad más alta jamás pagada por recuerdos del Titanic, según informó la casa de pujas Henry Aldridge & Son Auctioneers, de la localidad de Devizes, que subastó la pieza el sábado. El récord anterior se estableció el año pasado, cuando otro reloj de bolsillo de oro, obsequiado al capitán de un barco que rescató a más de 700 pasajeros del transatlántico, se vendió por 1,7 millones de euros. Andrew Aldridge, propietario de la casa de subastas, dijo a los medios que el precio récord “ilustra el interés permanente en la historia del Titanic”, que cubría la ruta entre el puerto de Southampton, en el sur de Inglaterra, y Nueva York, pero se hundió en aguas del norte del océano Atlántico tras chocar contra un iceberg.

Durante la noche del naufragio, la pareja se dirigió a la cubierta del Titanic, donde le ofrecieron a la señora Straus un asiento en un bote salvavidas, pero Isidor Straus respondió que no iría antes que otros hombres, mientras que su esposa se negó a separarse de él. La última vez que fueron vistos con vida fue cuando estaban sentados en unas tumbonas, enfrentándose al destino. Fueron de los pocos pasajeros de primera clase que fallecieron en la tragedia, que costó la vida a 1.500 personas. La historia del matrimonio apareció en una secuencia del filme Titanic (1997), dirigido por James Cameron, en la que se ve a ambos acostados en la cama mientras los músicos tocan en cubierta y el agua entra al barco.

Isidor Straus era un empresario, político y copropietario del almacén de departamentos Macy’s de Nueva York, nacido en Baviera (Alemania) y de nacionalidad estadounidense. Una carta escrita por la señora Straus en papelería del Titanic y enviada mientras estaba a bordo de la lujosa embarcación construida en Belfast alcanzó el equivalente a 130.000 dólares en la misma subasta. En la carta, escrita en papel con membrete del Titanic y dirigida a un amigo de la familia, describía la “magnificencia y el lujo” del que entonces era el transatlántico más grande del mundo. El cuerpo de la señora Straus nunca fue encontrado.

Fuente: El País (España)

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