Perú vivió una jornada de paro nacional el 24 de octubre de 2024, convocado por diversos gremios que exigen al gobierno de Dina Boluarte tomar medidas contra la delincuencia y archivar proyectos que buscan tipificar el terrorismo urbano.
Miles de personas, incluyendo transportistas, comerciantes y universitarios, se manifestaron en Lima y otras ciudades, mientras que el gobierno destacó que la mayoría de las protestas fueron pacíficas, a pesar de algunos actos de vandalismo.
El Ejecutivo elogió la conducta cívica de los manifestantes, aunque el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, informó sobre incidentes como la quema de cauchos y el cierre de vías, que llevaron a la detención de nueve personas.
Pese a la naturaleza mayormente pacífica de las protestas, se desplegaron más de 13.000 policías en Lima y otros 4.000 en la zona metropolitana para garantizar el orden.
El primer ministro Gustavo Adrianzén expresó que las demandas de los gremios obligan al gobierno a una profunda reflexión y a comprometerse con las demandas sociales planteadas por los colectivos y trabajadores que participaron en las movilizaciones.