La Organización Marítima Internacional (OMI), organismo de Naciones Unidas encargado de regular la seguridad y sostenibilidad en el transporte marítimo, advirtió que el comercio internacional enfrenta un escenario complejo; marcado por la inseguridad en rutas críticas y la necesidad de acelerar la descarbonización del sector.
Durante una visita a Panamá, el secretario general de la OMI, Arsenio Domínguez, señaló que la seguridad marítima es hoy el principal desafío. “Los buques comerciales no están capacitados para defenderse de ataques armados; y por ello es fundamental la cooperación con otros organismos de Naciones Unidas y con los Estados miembros”, afirmó.
Seguridad en las rutas estratégicas
El conflicto en Yemen y los ataques de los rebeldes hutíes han afectado la circulación en el mar Rojo, una de las vías más relevantes del comercio global. El hundimiento de dos buques en julio, que dejó cinco marinos muertos y seis secuestrados, evidenció la vulnerabilidad del sistema.
La OMI respondió con medidas urgentes: desvío de buques hacia el Cabo de Hornos además de evaluaciones de seguridad obligatorias para armadores y coordinación con flotas navales internacionales. Sin embargo, estas acciones encarecen los costos, prolongan los tiempos de tránsito y aumentan las emisiones de carbono.
Escasez de personal calificado
A este panorama se suma un déficit estructural: la falta de marinos y técnicos especializados. Según la OMI, se están implementando programas de formación en países en desarrollo para garantizar el relevo generacional y mantener la eficiencia de las cadenas de suministro.
Transición hacia un transporte marítimo “Net-Zero”
El segundo gran desafío es la sostenibilidad. La OMI aprobó el marco regulatorio “Net-Zero”, que busca alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. El plan incluye la introducción de tarifas a las emisiones de CO₂ a partir de 2028, con un costo inicial de 100 dólares por tonelada que generaría hasta 13.000 millones de dólares anuales para apoyar a países en desarrollo e insulares.
La normativa, que regula a los buques de más de 5.000 toneladas (responsables del 85% de las emisiones del sector), entrará en vigor en 2027. Implicará inversiones millonarias en nuevos combustibles como metanol renovable o amoníaco y en modernización tecnológica de las flotas.
Un doble frente para la logística global
El comercio marítimo moviliza cerca del 90% del intercambio mundial y también aporta alrededor del 3% de las emisiones globales de carbono. En este contexto, la seguridad condiciona las rutas y los plazos de entrega, mientras que la descarbonización transformará los costos y la competitividad del transporte internacional.
Para la OMI, la cooperación internacional será clave para sostener un sistema que conecta a las economías del mundo y constituye el corazón del comercio global.
Fuente: Todo Logística