El archipiélago griego de las Cícladas sigue experimentando actividad sísmica, con un nuevo terremoto de magnitud 5,1 registrado este lunes al suroeste de la isla de Amorgos.
A pesar de que los expertos han detectado una disminución gradual en la frecuencia e intensidad de los sismos, la zona ha permanecido en constante movimiento durante las últimas cuatro semanas.
Entre el 26 de enero y el 14 de febrero, se contabilizaron más de 16.900 temblores de magnitud superior a 1, lo que ha obligado al Gobierno griego a declarar el estado de emergencia en varias islas, incluyendo Santorini, Amorgos, Ios y Ánafe.
Los especialistas atribuyen esta ola de terremotos tanto a la actividad volcánica del complejo de Santorini como al movimiento de placas tectónicas en la región.
La reciente elevación de la isla y el desplazamiento hacia el este han generado preocupación, ya que podrían indicar una acumulación de magma debajo del volcán Nea Kameni y el cercano volcán submarino Columbo.
Aunque los sismólogos coinciden en que la posibilidad de un terremoto devastador como el de 1956 es baja, advierten que la actividad sísmica podría extenderse durante varias semanas o incluso meses.
Ante la incertidumbre, el Gobierno griego, en colaboración con las Fuerzas Armadas, ha anunciado la creación de un “puerto de escape” en Santorini para facilitar la evacuación en caso de emergencia.
Mientras tanto, las autoridades han decidido mantener cerradas las escuelas en las islas más afectadas hasta el próximo viernes, sumando ya tres semanas sin clases.
Con la inestabilidad del suelo aún presente, la vigilancia de los expertos continúa para prever cualquier posible escalada en la actividad sísmica de la región.