Nicolás Maduro anunció que se juramentará como presidente de Venezuela el próximo 10 de enero de 2025, tras ser proclamado ganador de los controvertidos comicios del 28 de julio. En un acto celebrado en La Guaira, Maduro enfatizó que su toma de posesión contará con el respaldo popular en las calles, según lo estipula la Constitución venezolana.
A pesar de las denuncias de fraude por parte de la oposición y sectores internacionales, el mandatario chavista asegura que su reelección fue legítima y ratificada por los organismos correspondientes.
La oposición venezolana, liderada por Edmundo González Urrutia de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha insistido en que los resultados no reflejan la voluntad popular.
González Urrutia, exiliado en España, reclama que el 83.5 % de las actas recabadas por testigos y miembros de mesa muestran su triunfo. Sin embargo, el oficialismo se respalda en un fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que convalidó la proclamación del Consejo Nacional Electoral (CNE), el cual ha sido señalado de falta de transparencia.
La comunidad internacional ha mostrado su preocupación por la falta de claridad en los resultados y ha pedido al CNE la publicación de datos desagregados que confirmen la victoria de Maduro.
Aún así, el chavismo se mantiene firme en su posición, asegurando que el proceso ha sido auditado y que el mandatario tomará posesión para un nuevo mandato que se extenderá hasta 2031.