Zach Collins, pívot de los Spurs de San Antonio, fue multado con 35,000 dólares por la NBA tras realizar un gesto obsceno en el partido contra los Kings de Sacramento. La acción ocurrió después de ser expulsado en el segundo cuarto por acumular tres faltas, incluyendo dos técnicas.
Tras su expulsión, Collins regresó al área del banquillo y extendió el dedo medio hacia un árbitro, lo que derivó en la sanción. El encuentro terminó en una derrota para los Spurs por 140-113, con Collins aportando solo dos puntos antes de abandonar el juego.
La NBA justificó la multa como parte de su política para mantener la deportividad y evitar conductas antideportivas dentro de la liga, destacando la importancia de respetar a los oficiales del juego.