Por Néstor Saavedra
Tercera y última parte de la entrevista, EN EXCLUSIVA a Bethania Fernandez, Ministra de Asuntos Consulares en Argentina.
Nos despedimos de la Ministra conversando sobre el flujo de personas entre República Dominicana y Argentina.
¿Cómo es actualmente el flujo de personas entre ambos países? ¿Están viniendo dominicanos a vivir a la Argentina o volviendo a su país de origen?
Hay muy poca migración de República Dominicana a Argentina porque es muy difícil acceder a la visa argentina. Entonces, no es un flujo equitativo. Mientras que muchos migrantes argentinos se van a residir a República Dominicana y luego que agotan su proceso de visado de residencia con nosotros, porque el argentino no necesita visa para ir a Dominicana. Ni siquiera para ingresar como turista, mientras que para que un dominicano visite Argentina en tren de paseo precisa una visa de turismo, una autorización de viajes electrónica.
Antes no sucedía así. A los dominicanos se nos impuso visa en 2011 y de manera unilateral por temas de trata. Al mismo tiempo se implantó en Chile y otros países de Sudamérica precisamente por temas de prevención que, creemos que actualmente no existen, pero ya es un asunto de las autoridades.
Igualmente vienen muchos dominicanos a hacer turismo en Argentina: ese flujo es bastante bueno y, si no tuvieran el escollo de la visa, sería mucho mayor.
¿Y que prefieren los dominicanos cuando vienen a hacer turismo?
Les encanta lo que no tienen en nuestro país: visitan mucho la zona de Mendoza, Bariloche, Ushuaia, El Calafate. Es que nosotros nunca en República Dominicana vamos a tener un glaciar,m porque no hay condiciones para eso
No tenemos turismo de nieve, porque no somos un país que tenga las cuatro estaciones del año y tampoco que tenga un invierno tan crudo como el que se maneja en esas zonas del sur argentino. Tenemos viñedos, sí, en la zona del sur, efectivamente, por la zona de Neiva, por ejemplo, pero no son tan conocidos a nivel internacional como las bodegas y viñedos de Mendoza.
Le doy un caso. Aquí hay muchísimas casas vineras que tienen viñedos en diferentes sitios y no necesariamente son los que conoce el turista. Los visitantes de diferentes nacionalidades van a Mendoza, porque es la que se vende a nivel internacional como la zona más turística de vinos. Eso también sucede en Estados Unidos: usted va a Napa Valley y es “la única zona” para todo el que cree que existe producción de vino en Estados Unidos.
¿Y les gusta también Buenos Aires o no les resulta una ciudad agradable?
Buenos Aires es una ciudad atractiva para el dominicano. Tiene muchas cosas nos atraen, desde su infraestructura hasta la historia que se ve en las calles. Pero no es el mismo turista que suele ir a la Patagonia, necesariamente.
Hay un turismo dominicano que es más jovial, juvenil, que es el que quizá visita Mendoza, se va a esquiar a Bariloche, se anima a caminar sobre el glaciar Perito Moreno, es decir, le gusta ese tipo de aventuras. Y hay un turista un poco más sobrio, que prefiere conocer el Museo de Evita y la Catedral, ambos en Buenos Aires, o le encanta ir a El Ateneo y pasar varias horas leyendo en la cafetería. Eso define el tipo de turista.
¿Hay actualmente una conexión aérea directa?
Sí, dos. Hay viajes por Aerolíneas Argentinas, entre Punta Cana y Buenos Aires, y otros desde Santo Domingo, a través de una compañía aérea de bandera nacional dominicana, Arajet, una muy buena línea aérea, low cost, que está teniendo gran demanda, con cinco o seis frecuencias por semana.
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