La nueva secretaria de Justicia del Reino Unido, Shabana Mahmood, anunció un plan de emergencia para liberar anticipadamente a miles de presos y evitar una crisis de hacinamiento en las cárceles del país.
Esta medida, que entrará en vigor en septiembre, permitirá la liberación de reclusos que hayan cumplido el 40 % de sus condenas, excluyendo a aquellos con delitos violentos graves, de carácter sexual o de violencia doméstica.
Desde principios de 2023, las prisiones británicas han operado a más del 99 % de su capacidad, con apenas un centenar de celdas disponibles para reclusos varones. Se estima que estos espacios se llenarán en las próximas semanas, según las proyecciones del nuevo gobierno británico.
Para supervisar a los presos liberados, se utilizarán dispositivos electrónicos y se aplicarán restricciones de movilidad en ciertos horarios, bajo la vigilancia del Servicio de Libertad Condicional británico. Aquellos que infrinjan las condiciones podrían enfrentar la reincorporación a prisión.
Mahmood también anunció la contratación de más de mil empleados para el Servicio de Libertad Condicional para marzo del próximo año, aunque no detalló el financiamiento para esta expansión en un organismo con problemas de liquidez.
El plan anterior implementado en octubre del año pasado permitió liberar anticipadamente a unos 10.000 reclusos, pero la presión sobre las cárceles sigue aumentando. Con una población carcelaria cercana a su capacidad máxima de 88.956 personas en Inglaterra y Gales, según cifras oficiales, la medida busca aliviar esta presión crítica.
Voces dentro del sistema penitenciario han expresado opiniones divididas respecto al plan, con algunos destacando la necesidad urgente de aliviar el hacinamiento, mientras que otros critican la capacidad del sistema para rehabilitar efectivamente a los reclusos.