Tres días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de 2024, el ministro del Interior de Francia dijo que a unas 1.000 personas sospechosas de posiblemente interferir con una potencia extranjera se les ha impedido asistir. Se trata de uno de los desafíos de seguridad que París está abordando en su objetivo de mantener los juegos seguros para los atletas y los fanáticos. Sin embargo, en el partido de fútbol de hoy, la seguridad fue muy permisiva con el público marroquí: no solo arrojaron petardos y todo tipo de objetos a la cancha, sino que ingresaron como si estuvieran en el patio de su casa.
El ministerio francés dice que se han realizado alrededor de un millón de verificaciones de antecedentes a voluntarios, trabajadores y otras personas involucradas en los Juegos Olímpicos, así como a quienes solicitan pases para ingresar a la zona de seguridad más estrictamente controlada de París (a lo largo de las orillas del Sena) antes de la ceremonia de apertura en el río el viernes.
Según informó el ministro del Interior, Gerald Darmanin, los controles impidieron la entrada a unas 5.000 personas. De ellas, “hay 1.000 personas de las que sospechamos que han cometido intromisiones extranjeras, podríamos decir que han espiado”, añadió.
Darmanin, que permanecerá en el cargo de forma interina hasta que se forme un nuevo gobierno tras las elecciones legislativas de este mes que negaron a la coalición centrista del presidente Emmanuel Macron una mayoría , ha señalado repetidamente sospechas de interferencia respaldada por Rusia.
«Estamos aquí para asegurarnos de que el deporte no se utilice para espiar, para realizar ciberataques o para criticar y, a veces, incluso mentir sobre Francia y los franceses», afirmó Darmanin.
Agregó que la “interferencia y manipulación de la información” no proviene sólo de Rusia , sino también de otros países, que no mencionó. Tampoco dio más detalles sobre la presunta intromisión.
Otros fueron excluidos de los Juegos Olímpicos después de que las verificaciones de antecedentes detectaron sospechas de radicalización islámica, extremismo político de izquierda o derecha, antecedentes penales significativos y otros problemas de seguridad, dijo Darmanin.
“No nos pareció bien que estas personas fueran vigilantes de estadios, voluntarios o que acompañaran a equipos (deportivos). De un millón de personas, 5.000 no es mucho y eso demuestra el trabajo profundo del Ministerio del Interior”, afirmó.
París desplegará 35.000 agentes de policía cada día para los Juegos Olímpicos, que se celebrarán del viernes al 11 de agosto, con un máximo de 45.000 para la ceremonia de apertura . Además, 10.000 soldados participan en operaciones de seguridad en la región de París.