Los bomberos luchan intensamente contra el incendio Franklin en Malibú, que ha devastado más de 16 kilómetros cuadrados y forzado la evacuación de 20,000 personas, incluidas celebridades como Cher y Dick Van Dyke.
Aunque las condiciones climáticas han mejorado, con temperaturas más frescas y vientos menos intensos, el incendio solo está contenido en un 7 %, y el terreno escarpado complica las labores. Varias casas han sido destruidas, y familias como la de Lonnie Vidaurri han perdido sus hogares y pertenencias.
El incendio comenzó el lunes por la noche, impulsado por los fuertes vientos de Santa Ana que alcanzaron velocidades de 64 km/h.
Estas ráfagas secas, características de la región, expandieron rápidamente las llamas a través de cañones y acantilados, llegando a áreas icónicas de Malibú como Zuma Beach y la Universidad de Pepperdine, donde estudiantes se refugiaron en el campus.
Afortunadamente, los bomberos lograron salvar algunas zonas residenciales, mientras empresas como Southern California Edison cortaron preventivamente el suministro eléctrico para evitar más riesgos.
A pesar de los esfuerzos de los bomberos y las medidas de seguridad, muchas familias han quedado traumatizadas. Refugiados en albergues de la Cruz Roja, algunos evacuados relatan la rapidez con la que tuvieron que abandonar sus hogares, a menudo sin tiempo para recoger pertenencias.
La comunidad de Malibú, que aún recuerda el devastador incendio Woolsey de 2018, enfrenta nuevamente la incertidumbre mientras espera respuestas sobre la causa del incendio y trabaja en la reconstrucción de lo perdido.