El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró los tres meses de su reelección el 28 de julio, proclamada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en medio de la controversia y el escepticismo, tanto en Venezuela como en el extranjero.
Aunque el CNE anunció que Maduro obtuvo un 51,95 % de los votos frente al 43,18 % de su rival opositor Edmundo González Urrutia, estos resultados aún no se han publicado de manera completa.
La oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), cuestiona la transparencia de la elección y afirma que González Urrutia venció en todos los estados y en Caracas, basándose en actas de votación que aseguran haber recopilado y que, según ellos, otorgan un 67 % de los votos al candidato opositor.
Durante una celebración pública, Maduro calificó su triunfo como una victoria popular que asegura la paz en Venezuela frente a lo que él considera “golpismo y fascismo.”
A través de sus redes sociales, compartió imágenes de su campaña, describiéndola como una “heróica y creativa” jornada de unidad del pueblo. La vicepresidenta Delcy Rodríguez también subrayó la importancia de la reelección, afirmando que Venezuela está entrando en una nueva fase de paz y recuperación, a pesar de los desafíos y sanciones internacionales.
La controversia sobre los resultados ha atraído la atención de países aliados como Brasil y Colombia, quienes han solicitado al CNE la publicación completa de las actas para asegurar la legitimidad del proceso.
Entretanto, la oposición venezolana mantiene su postura de que se cometió fraude y ha hecho públicos sus propios datos en un sitio web, buscando demostrar que su candidato obtuvo una victoria mayoritaria.