«También encontramos un gimnasio con cintas para correr, todo equipado, que era utilizado exclusivamente por la cúpula directiva de la extinta AFIP por los gobiernos anteriores», un espacio que también será eliminado y afectado a tareas «que sean de mayor utilidad para el organismo».
Con estas palabras, el vocero presidencial de Argentina, Manuel Adorni, puso la cereza del postre cuando dio a conocer la eliminación de casi 700 cargos superfluos en ARCA, la agencia de recaudación impositiva. Desde el organismo explicaron que «se eliminan cargos, pero la gente sigue trabajando sin los cargos de la estructura».
El gobierno de Milei suprimió, entonces, 33 cargos en la sede central y 88 en la subdirección de Grandes Contribuyentes, además de la eliminación de 38 receptorías y oficinas de atención «cuyos trámites podían hacerse en un 90 % por la web», y que fueron «abiertas durante el Gobierno anterior, como las de Hurlingham, Merlo, La Matanza, José C. Paz, Quilmes, Florencio Varela y Berazategui», precisó Adorni.
El vocero adelantó que hasta el 31 de marzo «se van a terminar de efectivizar los retiros voluntarios y el resto de las desvinculaciones», un proceso que comenzó con el inicio de la gestión y que «va a terminar reduciendo la planta en 2.815 personas».
En el marco de la reestructuración de la planta de ARCA, una medida que no se implementaba desde 2001 en la ex AFIP, «el titular de la cartera y sus directores dejarán de cobrar la llamada cuenta de jerarquización, por lo que el titular de la agencia cobraba más de $30 millones», indicó Adorni y agregó que «la motosierra es infinita y no se detiene».
Fuente: El Economista