Un incendio forestal se desató este miércoles en el condado de Los Ángeles, California, y se propagó rápidamente debido a fuertes vientos.
Iniciado cerca del embalse Lake Castaic, las llamas han consumido más de 8.000 acres (3.200 hectáreas) y el nivel de contención sigue en 0 %. Más de 1.000 personas han sido evacuadas, y varias vías, escuelas y negocios han sido cerrados.
Las autoridades advierten que los vientos podrían intensificarse, aumentando el riesgo de nuevos incendios en medio de las condiciones extremadamente secas de la región. La zona más afectada abarca el parque estatal Bosque Nacional de Los Ángeles y áreas residenciales cercanas a Santa Clarita.
Este desastre se suma a los incendios forestales del 7 de enero en Los Ángeles, que dejaron una de las tormentas de fuego más devastadoras en la historia reciente, con más de 20 muertos y miles de evacuados. La emergencia subraya la vulnerabilidad de California ante incendios cada vez más frecuentes e intensos.