La aviación general emerge como nuevo riesgo para la seguridad logística global

La seguridad de las cadenas de suministro globales enfrenta un nuevo frente de riesgo. La creciente utilización de la aviación general como vía para el transporte ilícito de mercancías preocupa a las autoridades internacionales.

Así lo advierte la Organización Mundial de Aduanas (OMA), que identificó a este segmento aéreo como un punto vulnerable dentro de la arquitectura logística global. El impacto alcanza la trazabilidad, la gestión de riesgos y la integridad de los flujos comerciales internacionales pasted.

A diferencia del transporte aéreo comercial, la aviación general —que incluye aeronaves privadas, ejecutivas y de pequeño porte— suele operar desde aeródromos secundarios o remotos. En muchos de estos puntos, la presencia permanente de aduanas y controles es limitada o inexistente.

Esta falta de supervisión convierte a estos aeródromos en espacios atractivos para redes del crimen organizado. Las organizaciones ilícitas aprovechan rutas rápidas, discretas y con baja probabilidad de detección.

Evaluaciones recientes de autoridades aduaneras y agencias de seguridad revelan que numerosas aeronaves pueden aterrizar, reabastecerse y despegar con mínima vigilancia. A esto se suman deficiencias tecnológicas, como cobertura de radar incompleta y sistemas obsoletos.

En algunos casos, incluso se detectaron vuelos sin transpondedor o trayectos a baja altitud que evaden los sistemas tradicionales de monitoreo. Si bien la aviación general no es el principal canal de contrabando global, la OMA subraya que ofrece ventajas logísticas relevantes para actividades ilícitas.

Por estas rutas circulan narcóticos, drogas sintéticas, divisas, armas y otros bienes ilegales. Estas operaciones afectan la seguridad de los corredores logísticos y distorsionan los sistemas de control del comercio internacional.

Cooperación internacional y nuevas herramientas ante el riesgo
Frente a este escenario, la OMA intensificó sus iniciativas de cooperación internacional para reforzar el control de la aviación general. El objetivo es integrarla de forma más efectiva a los esquemas de gestión de riesgo aduanero y logístico.

Uno de los ejes centrales es el Proyecto COLIBRI, lanzado en 2019 con financiamiento de la Unión Europea. El programa se focaliza en América Latina, el Caribe y África occidental y central, regiones clave del tránsito aéreo irregular.

En 2023 se sumó el Proyecto de Detección de Drogas Sintéticas, con apoyo del Departamento de Estado de Estados Unidos. Esta iniciativa amplió el alcance operativo hacia Centroamérica y el Caribe, ante el aumento del tráfico de sustancias sintéticas.

Ambos programas buscan mejorar la evaluación de riesgos, reforzar la preparación operativa en aeropuertos de aviación general y promover mayor coordinación interinstitucional.

Un avance clave fue el desarrollo del Geoportal, una plataforma de geointeligencia lanzada en 2022. La herramienta permite recopilar y analizar datos de geolocalización en tiempo real, facilitando la detección de patrones de vuelo sospechosos.

Según la OMA, el uso activo de esta plataforma creció 85 %, consolidándose como un soporte central para la toma de decisiones operativas.

Desde el inicio del programa, se realizaron 30 sesiones de capacitación, 14 misiones nacionales de mentoría y múltiples operaciones conjuntas. Más de 930 profesionales de 25 países participaron en estas acciones.

Fuente: Todo Logística

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