Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este martes la muerte de Hashem Safieddine, alto cargo de Hezbolá y considerado sucesor del líder Hassan Nasrallah, quien fue asesinado en un bombardeo israelí en septiembre.
El ataque, realizado por la Fuerza Aérea de Israel, también acabó con la vida de otros líderes de Hezbolá, incluyendo el jefe del cuartel general de inteligencia del grupo, Hossein Ali al-Zima.
Safieddine, primo de Nasrallah, desempeñaba un rol clave dentro de la organización, especialmente cuando Nasrallah estaba fuera del Líbano.
Según el comunicado de las FDI, el ataque fue dirigido contra una sede subterránea de Hezbolá en Beirut que albergaba a más de 25 miembros de la organización. Israel afirma haber debilitado significativamente a Hezbolá con la eliminación de su liderazgo.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ya había adelantado a principios de octubre que las capacidades de Hezbolá estaban mermadas tras la eliminación de Nasrallah y su sucesor. Netanyahu reafirmó la postura de Israel de continuar eliminando a cualquier amenaza que ponga en peligro la seguridad del país.