Irán condenó enérgicamente este domingo las recientes agresiones de Israel en Siria tras la caída del presidente sirio Bachar Al Asad, calificándolas como parte de un plan conjunto entre Estados Unidos e Israel.
Según el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, general Hosein Salamí, la presencia israelí en Siria es “insoportable” y los sionistas “pagarán un alto precio y serán enterrados” en el territorio sirio.
Esta declaración se dio en el marco de una conferencia en Teherán, donde también se señaló que, aunque la salida de Al Asad representa un golpe para el llamado Eje de la Resistencia liderado por Irán, la alianza antiisraelí sigue decidida a confrontar la expansión israelí en la región.
Por su parte, el líder supremo iraní, Ali Jameneí, reiteró que el derrocamiento de Al Asad forma parte de una estrategia liderada por Estados Unidos e Israel, pero aseguró que la juventud siria liberará los territorios ocupados.
Jameneí también destacó la resistencia de los aliados del eje antiisraelí, compuesto por Hamás, Hizbulá, los hutíes en Yemen, las milicias iraquíes y el depuesto gobierno sirio.
A pesar del impacto que supone la pérdida de un aliado clave como Al Asad, Teherán reafirma su compromiso con la lucha en Siria y con el apoyo a las fuerzas que desafían la presencia israelí.
Este contexto refleja el recrudecimiento de las tensiones en Medio Oriente, donde la intervención de actores internacionales complica aún más la situación.
Mientras Irán mantiene su apoyo a las facciones que enfrentan a Israel, el conflicto en Gaza y las disputas territoriales en Siria agravan el panorama.
Los ataques israelíes, principalmente en zonas como Damasco y Quneitra, son vistos por Teherán como provocaciones destinadas a debilitar su influencia en la región.