La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE.UU. (NHTSA) ha iniciado una nueva investigación sobre el sistema de conducción autónoma completa (FSD) de Tesla, abarcando aproximadamente 2,4 millones de vehículos.
Esta medida responde a cuatro accidentes recientes que involucraron la activación del FSD en condiciones de baja visibilidad, como niebla y deslumbramiento solar, que resultaron en un fatal atropello en Arizona.
El proceso de evaluación afecta a varios modelos, incluidos el Model S, Model X, Model 3, Model Y y el recién lanzado Cybertruck, fabricados entre 2016 y 2024. Esta investigación se produce poco después de que Tesla retirara cerca de 2 millones de vehículos a finales de 2023 para realizar mejoras en el sistema de piloto automático.
Este nuevo reto para Tesla y su CEO, Elon Musk, podría complicar los planes de expandir la tecnología de conducción autónoma y los ‘robotaxis’, en medio de una creciente competencia en el sector automotriz y una baja demanda en el mercado.