Hungría ha asumido la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE) desde hoy, tomando el relevo de Bélgica, que ocupó el puesto desde el 1 de enero de 2024. Esta presidencia, que rota cada seis meses entre los estados miembros de la UE, estará a cargo de Hungría hasta el 1 de enero de 2025.
Las prioridades de Hungría durante su mandato incluyen:
– Una política agrícola de la UE centrada en los agricultores.
– Una política de ampliación coherente y basada en el mérito.
– Abordar los desafíos demográficos.
– Prevenir la migración ilegal.
– Fortalecer la política de defensa europea.
– Dar forma al futuro de la política de cohesión entre los estados miembros.
– La adopción del Nuevo Acuerdo Europeo de Competitividad.
El lema de la presidencia húngara es «Hacer que Europa vuelva a ser grande», simbolizando una presidencia activa y proactiva con la convicción de que los países miembros son más fuertes juntos y que Europa puede ser un actor global independiente.
Este mandato, liderado por el Primer Ministro Viktor Orbán, coincide con un período de elecciones al Parlamento Europeo que se celebraron del 6 al 9 de junio, lo que implica una reconfiguración de la administración de la UE. Aunque no se anticipa un proceso legislativo dinámico, se espera que la visión política de Budapest tenga una presencia destacada en la agenda de la UE.
Hungría ha experimentado tensiones con la administración de la UE debido a preocupaciones sobre el deterioro de los principios democráticos en el país. Esto ha resultado en la retención de una parte significativa de los fondos de la UE destinados a Hungría, debido a procedimientos judiciales por violaciones del Derecho de la Unión.
El 1 de enero de 2025, Hungría entregará la presidencia a Polonia.
Este cambio de presidencia es un momento crucial para Hungría y la UE, marcando una oportunidad para abordar importantes desafíos y fortalecer la cooperación entre los estados miembros.