Después de un día de muchísimo calor (40 grados), se desató un viento muy fuerte sobre una pequeña población de la provincia de Córdoba, en el centro de la República Argentina. En la zona rural cercana a La Playosa, donde golpeó con ráfagas de hasta 130 km/h, un niño de 11 años percibió que se caía el techo de su casa. Decidió, entonces, cubrir a su hermanita abrazándola. Lamentablemente sufrió un traumatismo de cráneo leve y se encuentra internado en terapia intensiva.
En apenas unos minutos el cielo se oscureció y el viento arrancó árboles, postes, techos, casas e, inclusive, un complejo de pádel sufrió la rotura de vidrios. Quince viviendas quedaron afectadas, dos de ellas totalmente destruidas. Además, una distribuidora de alimentos perdió el techo y la mercadería.
Varios vehículos quedaron dados vuelta y otros, con la marca de agua hasta más de la mitad de sus ruedas. Las calles quedaron repletas de barro, por lo que circular era imposible. Por el desastre debieron suspenderse las clases de este lunes y la actividad en la Municipalidad. Sumado a ello, hay un sector de la localidad que no tiene luz.
Informe: TN