Un 24 de junio, pero de 1935, chocaban dos aviones en la pista del viejo aeropuerto de Medellín, Colombia. Entre las víctimas se encontraba el cantante más trascendente que dio la Argentina al mundo, el insuperable, Carlos Gardel.
Nacido en Tolouse, Francia, pero arraigado en un barrio obrero de Buenos Aires, Charles Romuald Gardes (tal su verdadero nombre) fue el máximo difusor del tango, la música autóctona o típica del río de la Plata (Buenos Aires y Montevideo). A partir de sus discos y luego de sus películas, su amplia sonrisa y su muy afinada voz se hicieron famosas en todo el mundo.
Gardel nunca estuvo en República Dominicana, pero era sumamente valorado aquí, como lo demuestra una nota del doctor Héctor Mendizábal Nogués, embajador de Argentina en República Dominicana en 1977.
Desde su despacho en Santo Domingo informa al ministro de Relaciones y Culto del país sudamericano que las canciones argentinas y especialmente el tango siguen vigentes en República Dominicana y que «simpatizantes del cantante organizaron diversos actos que pusieron en evidencia la marcada gravitación que aún tiene Gardel en este medio». ¡Y ya habían pasado 42 años del luctuoso accidente!
Cuenta el embajador que en los principales diarios, y cita a Caribe y Listín Diario, se publicaron invitaciones para una misa efectuada en la iglesia de San Pío X. Pese a que se realizó en horario laboral (5 PM) y bajo una lluvia torrencial, «el templo se vio desbordado».
Mendizábal Nougués le informa a su superior que muchos jóvenes escuchan a Gardel en República Dominicana y hay agrupaciones privadas de simpatizantes. Incluso los medios radiales y televisivos emitieron programas especiales en un nuevo aniversario de su muerte.
En la nota narra que el vicepresidente dominicano, Carlos Rafael Goico Morales, además de varios otros destacados hombres manifestaban su simpatía por Gardel. El funcionario pide «mantener el mito Gardel sin perjuicio de difundir todo nuestro folklore, que también se escucha con mucho agrado».
Quizá lo más curisoso de la nota, publicada en redes hoy por el Archivo de Cancillería de la República Argentina, es el siguiente párrafo: «sin entrar a analizar el sentido que puede tener en profundidad, es digna de reflexión una frase que escuché a una persona en Dominicana: ´Argentina tiene dos mitos que tienen proyección en los medios culturales: Gardel y el Che Guevara´. Si bien la frase que antecede no puede valorarse de manera absoluta, es digna de tenerla en cuenta por la parte de verdad que encierra y aprovechar el lado positivo de la misma, difundiendo a Gardel y sus canciones…»
Desconozco la respuesta que habrá tenido de parte de la Cancillería Argentina, pero no creo que haya sido muy simpática, si es que la hubo, dado que la nación del sur estaba conducida por una Junta Militar de extrema derecha desde hacía poco más de un año.
Por Néstor Saavedra