En agosto, la Patrulla Fronteriza detuvo a dos bomberos que combatían un incendio en Washington. Luego de un tiempo detenido, la entidad deportó a uno de ellos a México e informó sobre sus antecedentes criminales. Desde allí, el migrante habló y dio su testimonio sobre cómo se sintió ante el accionar de los agentes federales.
El testimonio del bombero detenido por la Patrulla Fronteriza durante un incendio
A fines de agosto, la entidad se presentó en medio del trabajo de los bomberos para contener el incendio. El operativo implicó revisar las identidades y estatus de cada uno de los presentes en el lugar.
Eso derivó en la detención de dos latinos: Rigoberto Hernández Hernández y José Bertín Cruz Estrada. Después de un mes bajo custodia federal, uno de ellos fue liberado. Sin embargo, el otro no tuvo la misma suerte.
Cruz Estrada permaneció detenido hasta fines de octubre, cuando las autoridades federales ordenaron su deportación. Desde una localidad fronteriza en México, separado de su hijo de 14 años y el resto de su familia, dio su testimonio.
“Me sentí traicionado. Combatíamos un incendio en la profundidad del bosque. Nunca pensé que esto pudiera suceder”, manifestó en diálogo con The Guardian. Según contó en la entrevista, creció en México, pero a los 12 años se fue a Estados Unidos junto a su madre y sus hermanos.
Luego de un breve período inicial en Nebraska, se mudó a Oregon, donde echó raíces. A los 20 años, tomó la decisión de seguir el oficio de bombero, igual que su madre. Eso hacía a fines de agosto en Washington, cuando la Patrulla Fronteriza lo detuvo.
En sus palabras, el latino cuestionó que si el incendio hubiera sido en la casa de uno de los agentes, no lo hubiesen detenido. Además, manifestó su molestia por ser tratado de esa manera por los oficiales: “No soy un criminal, soy un profesional. Deberíamos ser hermanos, de agente a agente. Es una traición”.
El bombero latino detenido por la Patrulla Fronteriza había sido deportado en 2013
El antecedente legal que toma el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para justificar su detención y expulsión del país se remonta a 2013. En aquel entonces, una redada antidrogas en una casa donde Cruz Estrada se encontraba terminó en un arresto.
La información indica que un agente encubierto compró droga a una persona que estaba con el latino y se procedió a su detención. A pesar de que Cruz Estrada no fue el involucrado y no tuvo que ver con la operación, Estados Unidos lo acusó de colaborar con el criminal.
A partir de una serie de acusaciones que enfrentaba, él aceptó declararse culpable de un cargo de conspiración para vender metanfetamina. Esto era excarcelable, por lo que no pasó tiempo en prisión, pero por su situación migratoria fue deportado a México.
En 2015, intentó ingresar de nuevo a Estados Unidos sin éxito y finalmente lo logró en 2019. A pesar de estar ilegalmente, desde entonces se enfocó en reconstruir su vida en Oregon.
La respuesta del DHS tras la detención y deportación del bombero
Mediante una publicación en su sitio web oficial, el DHS recordó el cargo por el que se declaró culpable el latino. Además, aseguró que la Patrulla Fronteriza tuvo 15 encuentros con el migrante sin estatus legal.
“Los dos inmigrantes indocumentados detenidos no eran bomberos ni estaban respondiendo a ninguna emergencia. Eran migrantes criminales“, afirmó Tricia McLaughlin, subsecretaria de Asuntos Públicos de la entidad.
Fuente: La Nación