Este miércoles, las centrales obreras de Argentina se movilizan en Buenos Aires para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, en un momento de tensiones por el avance de iniciativas del Gobierno de Javier Milei contra los derechos laborales.
La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a la marcha del 1 de Mayo bajo el slogan «La patria no se vende», y llama a protestar «en la calle para cambiar la vida», en el marco del ajuste económico y los despidos en Estado que aplica el Gobierno nacional. También se sumó la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que está dividida en dos facciones, la Autónoma y la de los Trabajadores.
Esta protesta será la antesala de la segunda huelga que realizará la principal central sindical del país desde la asunción de Milei, que se desarrollará el próximo 9 de mayo.
Los gremios se movilizan también un día después de la aprobación en general, en la Cámara de Diputados, de la ley ‘Bases’ que promueve el oficialismo. Este proyecto, que ya tiene media sanción del Congreso, establece una serie de desregulaciones económicas y una reforma laboral que perjudica a los trabajadores.