El huracán Beryl se inició el 28 de junio en una depresión tropical en el océano Atlántico. Tomó rumbo noroeste y fue incrementándose en violencia. A la altura norte de Brasil se transformó en huracán 1 para luego, rápidamente, ganar en categoría llegando hasta la 4 al norte de Suriname. Bajó un poco su potencia, pero la recuperó al pasar entre Trinidad y Tobago y Barbados.
Después de San Vicente y las Granadinas adquirió categoría 5 para bajar nuevamente a la 4 al sur de República Dominicana. En las zona donde tocó tierra firme sobre algunas islas causó importantes daños, como, por ejemplo, en Barbados, Granada y Santa Lucía.
Por ejemplo, la fuerza de vientos con ráfagas de unos 200 km/h devastó la zona de Pequeña Martinica en Granada y las tormentas periféricas causaron inundaciones en Trinidad y Tobago, dada la copiosa lluvia que acompañó el fenómeno meteorológico. El golfo de Paria, entre la última isla y Venezuela, también sufrió el impacto colateral del huracán, que recorre el mar Caribe entre nuestro país y la costa norte de América del Sur para impactar sobre Jamaica el miércoles por la tarde.