La carne tiene un futuro prometedor a nivel mundial porque la producción no ha aumentado en los últimos años, mientras que el poder adquisitivo sí ha aumentado en algunos países, como China, que ha sacado de la pobreza a 800 millones de personas en los últimos 25 años.
Esta es una gran oportunidad para República Dominicana, aunque el consumo también ha aumentado debido a los más de 11 millones de turistas que recibe el país anualmente, afirmó Marcelino Vargas, consultor y agroempresario.
Vargas también afirma que, en nuestro país y en otros, durante este siglo, el consumo de carne y leche ha aumentado, y el aumento de la producción no ha sido significativo, aunque el año pasado volvimos a exportar carne de res a Estados Unidos. Recuerda que, a principios de este siglo, las importaciones de cortes de carne de calidad eran insignificantes, pero el año pasado el país importó más de 100 millones de dólares.
El especialista cree que deberíamos formar un grupo de ganaderos para producir el 50 % de estos cortes en los próximos años y así ahorrar en inversión extranjera. Vargas, productor de leche, carne y arroz, explica que, como país tropical, debemos cruzar el Bos taurus con el Bos indicus, este último compuesto por Brahman, Nelore, Guzerat y Gyr.
Añade que estas producen crías que pueden adaptarse al sol, al calor y a la humedad relativa alta. Para eso, aquí tenemos un Bos taurus que se adapta perfectamente a las inclemencias del tiempo de los países tropicales; nos referimos a la raza Senepol.
Señala que, además de Senepol, las razas europeas que más utilizamos aquí son principalmente Simmental (para carne y leche), Angus rojo y negro, Charolais, Hereford y Wagyu. Al cruzar Brahman con estas razas europeas, obtenemos Simbrah, Brangus, Charbray, Braford y Senepol con Angus para formar Senangus, explica.
Como ganaderos, debemos elegir el cruce que mejor nos convenga, según la ubicación de la explotación y la disponibilidad económica, sobre todo, teniendo en cuenta diversos parámetros como: fertilidad, facilidad de parto, peso al nacimiento y al destete, edad a la primera gestación y al primer parto, resistencia a enfermedades, índice de conversión alimenticia.
También hay que tener en cuenta el precio que nos pagarán por kilo o por banda . Sin duda, el factor más importante en la ganadería bovina es la calidad de los pastos y el buen manejo de los potreros. Vargas cree que si no lo hacemos así, deberíamos dedicarnos a otra actividad. Afortunadamente, en los trópicos, podemos pastorear el ganado los 12 meses del año, algo que no ocurre en los climas templados.
Fuente: Dominican Today